Caja de búsqueda
Escribe un comentario

El espasmo del sollozo es uno de los trastornos no epilépticos más frecuentes en los niños. Se considera que este proceso lo causa o va acompañado de un componente emocional intenso tras el cual puede acontecer una pausa respiratoria prolongada,  o directamente una pérdida del conocimiento repentina. Ocurre habitualmente tras un inicio de llanto, o bien tras un dolor o malestar intenso, que el paciente no puede controlar emocionalmente o que tiene para él una carga emocional negativa.

Edades en las que es más frecuente.

Suele iniciarse sobre los 18 meses, aunque puede presentarse de inicio entre los 3 meses y los 4 años, y en el 15% de casos puede persistir hasta los 5 ó 6 años. En ocasiones se pueden convertir, más tarde, en síncopes en la edad adulta (17%).

Hay antecedentes familiares en un 20-30% de casos.

Tipos de espasmos del sollozo.

Hay dos tipos de crisis de espasmos del sollozo,  las formas pálidas y las cianóticas. Las pálidas son menos frecuentes y suelen aparecer como consecuencia de una alteración cardioinhibitoria de tipo sincopal mediada neurológicamente, mientras que las cianóticas son más frecuentes y están relacionadas con las pausas de apnea respiratoria.

La frecuencia del espasmo del sollozo leve es bastante alta, con reportes de prevalencia de hasta un 27%, mientras que la frecuencia de los más graves son mucho menos frecuentes, entre un 0.1% y un 4%.

Diagnóstico.

El espasmo del sollozo o apnea del llanto no es un trastorno mental. Por su forma de aparición, se puede sospechar en la anamnesis, ya que suelen haber siempre acontecimientos precipitantes previos. Por la ansiedad que causa en los padres este trastorno y la posible interacción de ésta en el mantenimiento del proceso, es necesaria una buena anamnesis, realizada por un profesional adecuado, para tranquilizar a los padres de forma eficaz y segura, mientras se realiza un seguimiento que persiga un diagnóstico diferencial para descartar otras patologías mucho menos frecuentes pero que por su gravedad hay que tener en cuenta.

Diagnóstico diferencial.

En un principio hay que realizar un electroencefalograma para descartar actividad paroxística, que no debe estar presente en el espasmo del sollozo. Su aparición nos haría sospechar una crisis de tipo epiléptico.

El electrocardiograma debe ser normal, para descartar arritmias cardíacas.

Según evolución y  exploración física se valorará realizar una RMN cerebral, para descartar patología del tronco cerebral, y Síndrome de Arnold-Chiari.

Cómo actuar ante este problema.

Lo más importante es una valoración especializada, para que la tranquilidad bien orientada por un profesional y su seguimiento sea segura con el menor número de pruebas posible pero con la seguridad de acudir a ellas en caso de dudas razonables.

Si hay pérdida de conocimiento es importante estar orientados en cuanto a saber cuándo es necesario realizar maniobras de reanimación y en qué momento iniciarlas. Ante un espasmo del sollozo son innecesarias.

Tratamientos posibles.

No son necesarios tratamientos médicos antiepilépticos, ni sedantes, aunque por su inocuidad y eficacia se aconsejan tratamientos médicos con nootropos y consejo a los padres y seguimiento por especialista hasta los 5 a 6 años, según evolución.

Equipo del INVANEP

Escribe tu comentario...
Cancelar
Log in con ( Quieres registrarte ? )
o escribe como invitado
Cargando comentario... The comentario will be refreshed after 00:00.

Sé el primero en comentar.

PIDE UNA CITA

35 años de experiencia nos avalan