Los cuestionarios que rellenaron los padres de niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) mostraban que sus hijos tenían también trastornos del sueño. Posteriores estudios de población precisaron que los niños y adolescentes con TDAH tenían problemas de sueño en el 25-50% de los casos. Estos trastornos incluían ronquidos, inquietud nocturna, movimientos giratorios de la cabeza, despertares durante la noche, apneas, retraso en el inicio del sueño y movimientos periódicos de las piernas.
Estos niños adoptan posturas extrañas al dormir, con el cuello en hiperextensión o boca abajo sentados en la cama con las piernas muy abiertas, porque intuitivamente han descubierto que así mejoran su respiración.
En 2007, Yu-Shu Huang, de la universidad de Taiwan, junto con colaboradores de la Universidad de Stanford, publicaron un estudio en la revista Sleep Medicine en el que se analizaba los efectos del tratamiento de la apnea mediante adenoidectomia en pacientes con TDAH. Los resultados concluyeron que el grupo de niños que fue tratado mediante cirugía (adenoidectomia) mejoraron más que el grupo tratado con metilfenidato. Ambos grupos, el tratado con cirugía y el tratado con metilfenidato, mejoraron más que el grupo no tratado.
Hay que tener en cuenta que incluso se consideró como patológico un índice bajo de trastorno respiratorio: a partir de una apnea por hora. Indicando que un pequeño trastorno respiratorio durante el sueño es muy perjudicial para los niños con TDAH.
El equipo del INVANEP