'La amígdala y su relación con el autismo, los trastornos conductuales y otros trastornos del neurodesarrollo'
Dr. Víctor Ruggieri
Jefe de Clínica Servicio de Neurología
Hospital de Pediatría “J.P.Garrahan”
Buenos Aires – Argentina
Resumen. La amígdala desempeña un papel fundamental en la comprensión de diversos estados emocionales, los cuales facilitarán una adecuada cognición social.
Disfunciones y/o alteraciones estructurales de la amígdala, el complejo amigdalino y sus conexiones se han relacionado con diversos trastornos del neurodesarrollo, de la conducta y manifestaciones neuropsicológicas generando un fenotipo cognitivo conductual en entidades neurogenéticas.
Múltiples estudios realizados en estos trastornos o entidades focalizados en el complejo amigdalino han permitido comprender muchos aspectos fisiopatológicos y formular nuevas hipótesis en relación con su génesis.
Dado que los conocimientos en relación a la amígdala y entidades o trastornos relacionados a disfunciones de la misma son cada vez más extensos, en este trabajo, me remitiré a aquéllos que han despertado mayor interés en los últimos años.
Ha modo solamente organizativo he dividido tres grupos: 1. Trastornos del neurodesarrollo (autismo, trastorno de ansiedad, trastorno bipolar, alexitimia) 2. Trastorno de la conducta (anorexia nerviosa), y 3. entidades neurogenéticas específicas (síndromes del cromosoma X frágil, Rett, Prader-Willi y Williams), en las cuales se han comprobado alteraciones estructurales o disfunciones que pueden relacionarse con la sintomatología neurocognitiva y conductual de todas ellas.
Es importante recordar que la amígdala es una estructura altamente conectada que conforma verdaderas redes funcionales, se ha asociado a diversos trastornos cuya explicación es variada e incluye diversos fenómenos fisiopatológicos, por lo que no debe simplificarse de una forma reduccionista su papel, sino también jerarquizar disfunciones de otras áreas que interactúan con ella.
Comprender los mecanismos específicos fisiopatológicos nos permitirá probablemente en un futuro desarrollar tratamientos específicos a la medida de cada uno de los mismos como ya se está investigando en algunas de ellas como el Síndrome de Frágil X y el Síndrome de Rett.