F. Mulas a , S. Hernández
a , L. Mattos a, L. Abad b , M. Etchepareborda b
(a) Instituto Valenciano de Neurología
Pediátrica (INVANEP)
(b) Centro de Neurodesarrollo Interdisciplinar.
Red Cenit Valencia.
La epilepsia tiene un amplio abanico
de manifestaciones clínicas a pesar de que
la característica definitoria son las crisis
epilépticas de presentación recurrente
y de diversos tipos, pero debe tenerse presente
que existen una serie de condiciones de orden neuropsicológico
que acompañan a los síntomas generales
de epilepsia y que no sólo son secundarias
a la condición de enfermedad crónica,
tratamiento prolongado o absentismo escolar por
hospitalizaciones etc..., sino que probablemente
tengan un lugar explicable y atribuíble a
la propia fisiopatología y patogenia de la
epilepsia como tal enfermedad neurológica..
Por tanto, la epilepsia no son solo crisis epilépticas…
Las funciones cognitivas principales,
incluyen la atención, memoria, capacidades
lingüísticas, capacidades visuoespaciales
y funciones ejecutivas frontales, todas ellas implicadas
en los procesos de aprendizaje. La infancia constituye
un periodo especialmente valioso para reconocer
signos de alarma sobre problemas cognitivos ligados
a la epilepsia, puesto que en la integración
y el rendimiento escolar, tanto a través
de la información de los padres como de los
educadores obtenemos las claves para detectar, intervenir
y monitorizar la evolución de estos problemas.
El rendimiento y desempeño escolar y la conducta
en el colegio, son los mejores indicadores en los
niños, de las aptitudes cognitivas y la interacción
psicosocial. Por ello es imprescindible monitorizar
estos parámetros y obtener información
de las familias y de los educadores, para identificar
signos precoces de patología neuropsicológica
comórbida en niños epilépticos.
La dificultad específica
del aprendizaje o dificultad de aprendizaje (DA)
es una condición crónica de presumible
origen neurológico que interfiere selectivamente
con el desarrollo, integración y/o demostración
de habilidades verbales y no verbales, y los niños
epilépticos no obtienen los mismos resultados
académicos que los grupos control evaluados
y desarrollan diferentes tipos de DA, distintas
a los observados en la población general.
Estos niños suelen presentar: indiferencia
de la clase, resultados inferiores a la media, trastornos
del comportamiento asociados, distractibilidad,
pobre concentración y somnolencia.
Muchos niños con epilepsia
y con un control adecuado de sus crisis, no presentan
problemas de aprendizaje ni de comportamiento, sin
embargo el adecuado control de las crisis por sí
solo no asegura la permanencia libre de síntomas
disatencionales, de aprendizaje o de lenguaje, que
pueden presentarse hasta en la mitad de los niños
epilépticos, y que sin duda evolucionan peor
mientras existan crisis o alteraciones electroencefalográficas.
Los factores descritos hasta ahora como responsables,
en diferente medida, de las DA en los niños
epilépticos son: la edad de comienzo, el
tipo de crisis, el tipo de epilepsia y su etiología,
el tratamiento y la vivencia que de la enfermedad
hace el paciente.
También es importante tener
en cuenta los mecanismos de plasticidad cerebral
y en relación con ellos, el momento en que
tiene lugar la lesión o disfunción,
ya que los niños más pequeños
tienen mayores posibilidades de suplir funciones
gracias a la mayor plasticidad neuronal, que los
niños más mayores. Esto es particularmente
cierto para el lenguaje y los procesos sensoriales
elementales. La capacidad de la plasticidad neuronal
depende de la maduración previa de la zona
funcional dañada y del estado de los sustratos
alternativos que van a asumir dicha función.
La vulnerabilidad de las funciones neuropsicológicas
y sus secuelas, variará en función
del grado de desarrollo alcanzado en el momento
de la lesión o del inicio de las crisis.
Cuando ésto ocurre a edades tempranas, la
plasticidad cerebral busca alternativas en la organización
cortical de forma que se generan circuitos anómalos,
comprometiendo y limitando el desarrollo de funciones
como el lenguaje y la atención, fundamentales
en relación a la aparición de DA.
Los pacientes con epilepsia constituyen
un grupo de riesgo para presentar trastornos de
conducta y del aprendizaje. Suelen presentar problemas
a nivel escolar, peores resultados académicos,
trastornos de comportamiento, déficit de
atención, dificultad en la concentración,
etc. Son variados los cuadros neuropsicológicos
descritos como trastornos comórbidos a la
epilepsia: Trastorno de atención y del aprendizaje,
Trastorno del lenguaje, Trastorno de conducta, Trastorno
generalizado del desarrollo, depresión, trastornos
psiquiátricos…
Las dificultades del aprendizaje,
que nos ocupan, son variadas y el inicio de los
síntomas es variable y generalmente aparecen
de forma progresiva. Las DA en los niños
epilépticos, se reconocen diferentes a las
presentadas por la población general y pueden
ser clasificadas y agrupadas en tres categorías:
-Trastornos tipo memoria reciente; observado en
niños con epilepsia parcial compleja y trastorno
del aprendizaje, donde podría estar justificado
por pequeñas displasias corticales focales
en lóbulos temporales, sin que se haya sido
demostrado por neuroimagen.
-Trastornos tipo respuesta lenta: la lentitud psicomotora
es observada en niños tratados con múltiples
fármacos antiepilépticos, y comprende
pobreza y lentitud de pensamiento, bradipsiquia,
dificultades en la concentración y en la
capacidad de reacción.
-Trastornos tipo déficit de atención:
El cuadro que con más frecuencia se asocia
es Trastorno por Déficit de Atención
e Hiperactividad (TDAH). Además de ser una
de las manifestaciones más frecuentes durante
la infancia, tendrá su repercusión
en edad adulta, tanto a nivel laboral, como integración
social del individuo.
Existe evidencia acerca del importante
papel que juegan las descargas subclínicas
sobre la capacidad de aprendizaje en los niños.
La alteración puntual pero reiterada de la
función cognitiva por estas descargas influye
en los procesos de aprendizaje (codificación,
recepción, procesamiento, almacenaje y recuperación
de la información). Está aceptado
que las descargas subclínicas en el EEG pueden
afectar las funciones cognitivas en pacientes epilépticos.
De hecho, cuando desaparecen las
descargas subclínicas en el EEG existe notable
mejoría de las funciones cognitivas; así
pues, se requiere un ajuste de dosis en el tratamiento
antiepiléptico, por un lado teniendo en cuenta
el nivel plasmático y, por otro, el perfil
neurocognitivo observado. Frecuentes descargas con/sin
convulsiones, tienen un efecto directo en la velocidad
de procesamiento de la información y se han
descrito defectos cognitivos transitorios en relación
con la frecuencia de las mismas.
En muchas ocasiones, en la práctica
diaria, sólo es explorado rutinariamente
el cociente intelectual (CI) del niño, que
es bastante poco representativo del nivel neuropsicológico
en niños con disfunción cerebral.
La tendencia actual es investigar los aspectos cognitivos
que se ven afectados por la epilepsia. Deben ser
valorados la memoria, la atención, el aprendizaje,
la motricidad fina, las funciones ejecutivas, la
integración visuomotora y la conducta.
La ausencia de detección
de los déficit intelectuales selectivos que
siguen a daños cerebrales unilaterales, pone
de manifiesto la inadecuación de los test
de CI como indicadores neuropsicológico hemisférico-específico,
ya que no es capaz de desenmascarar una carencia
de funciones cognitivas lateralizadas. Son precisos
test específicos de memoria o funciones lingüísticas
para reflejar con más seguridad déficit
hemisferio-específicos en niños.
Es necesario para hacer un buen
seguimiento de las funciones neuropsicológicas
establecer un protocolo de estudio en el que el
exámen rutinario de CI resulta insuficiente
y debemos incluir además, otros aspectos
de la función cognitiva como: memoria, atención,
aprendizaje, motricidad fina, funciones ejecutivas,
integración visuomotora y conducta, así
como aplicar test específicos de memoria
y funciones lingüísticas para reflejar
los déficit hemisferio-específicos
que pueden estar presentes sobretodo en el caso
de lesiones unilaterales.
En el abordaje del paciente epiléptico,
no sólo debemos considerar en el diagnóstico
y tratamiento las manifestaciones críticas
o eléctricas, sino todo un conjunto de síntomas
de orden neuropsicológico, como las DA, que
acompañan a la epilepsia y que cada vez más
se tiende a interpretar no cómo resultado
de la vivencia de la epilepsia, la aceptación
de enfermedad crónica, la repercusión
sobre la asistencia escolar y las hospitalizaciones
etc... sino como desordenes ligados y que tienen
un origen común probablemente en las alteraciones
cerebrales que son capaces de causar la epilepsia.
RESUMEN DE LA PRESENTACIÓN:
Objetivos: Analizar
la asociación de las alteraciones neuropsicológicas
a la epilepsia en la infancia buscando el origen
en la fisiopatología de la epilepsia como
enfermedad neurológica y en las bases de
la plasticidad cerebral adaptativa.
Desarrollo: La
existencia de descargas eléctricas, en ausencia
o presencia de crisis clínicas, está
relacionada con problemas atencionales, de memoria
reciente, limitación en las capacidades lingüísticas,
visoespaciales y ejecutivas, con lentitud psicomotora,
determinando dificultades de aprendizaje. La edad
temprana de comienzo de la epilepsia, la etiología
secundaria, la refractariedad al tratamiento que
condiciona la necesidad de una politerapia y la
vivencia negativa de la enfermedad, influyen en
la asociación de alteraciones neuropsicológicas.
El tipo de epilepsia que puede determinar la afectación
de funciones específicas, como la memoria,
se afecta en las epilepsias parciales del lóbulo
temporal, y la atención en las epilepsias
generalizadas.
Conclusiones:
La epilepsia no solo se manifiesta con crisis epilépticas
y los niños presentan síntomas asociados
que hacen necesaria una valoración neuropsicológica
completa que debe incluir exploraciones de funciones
cerebrales y hemisféricas específicas.
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Correspondencia:
Dr. Fernando Mulas
Instituto Valenciano Neurología Pediátrica
(INVANEP)
Artes Gráficas 23, bajo. 46010 Valencia
Tf: 96 361 33 00
E-mail: fernando.mulas@invanep.es
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