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SEGUIMIENTO NEUROLÓGICO DEL RECIEN NACIDO PREMATURO
Olga Lucía Casasbuenas (Bogotá
– Colombia)
RESUMEN
La necesidad de realizar seguimiento
neurológico a una población vulnerable,
nace en Inglaterra hace 40 años, cuando se hace
evidente la posibilidad de secuelas neurológicas
en los recién nacidos pretérmino. Se entiende
por prematuro aquel recién nacido crecimiento
prenatal normal pero cuyo parto se adelantó y
ocurrió antes de la semana 37. En la actualidad
se estima que el 7-8% de todos los recién nacidos
lo hacen de forma prematura y son éstos pacientes
que sobreviven quienes tiene mayor posibilidad de presentar
alteraciones psico-neuro-sensoriales. El seguimiento
neurológico durante los 2 primeros años
de vida sirve para detectar alteraciones gruesas del
neurodesarrollo pero es el seguimiento neurológico
extendido hasta los 6 años el que va a detectar
sutiles alteraciones del aprendizaje, lenguaje y atención.
El propósito del presente trabajo
fue revisar la casuística de secuelas en la población
de prematuros estudiada. Para esto se revisaron las
historias clínicas de 179 pacientes remitidos
a la consulta privada de neurología infantil
entre el 1 de Enero de 2000 y el 31 de Julio de 2004,
en Bogotá, Colombia. De los 179 pacientes 49%
fueron del género femenino y 51% del masculino.
Hubo 135 embarazos únicos, 37 gemelares y 6 triples.
La edad gestacional promedio al nacimiento fue de 31.8
semanas, con un peso promedio del 1609 grs. Las principales
patologías maternas halladas fueron la hipertensión
inducida por el embarazo y la ruptura de membranas.
Las principales intercurrencias neonatales halladas
fueron la enfermedad de membrana hialina, la ictericia
y la sepsis. De los 179 pacientes estudiados 26% mostraron
secuelas neurológicas, cifra que se encuentra
un poco por debajo de lo reportado en la literatura
médica. Las más frecuentes fueron los
trastornos motores seguidos por las alteraciones cognitivas.
La incidencia de hiperactividad y trastornos de la atención
descritos en tros estudios no fueron confirmados en
el presente trabajo.
Se plantean varias hipótesis
que explican dichos resultados: la población
usada para la muestra pertenece a una pequeña
parte de la población, que tiene acceso a servicios
de salud de alto nivel, lo cual le permite tener un
control prenatal completo, atención del parto
intrahospitalaria y posibilidad de seguimiento para
el recién nacido por especialistas en el área.
La gran deserción de pacientes no permite realizar
un seguimiento tan estricto como se plantea en el marco
teórico de los programas, ya que los padres abandonan
el seguimiento porque no hay la suficiente información
sobre la importancia de la prevención. Se hace
necesario prolongar los programas de seguimiento neurológico
a los prematuros hasta los 6 años o hasta el
momento en que el niño esté completamente
escolarizado y así poder evaluar la presencia
de trashtornos del lenguaje y del aprendizaje.
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