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INTERVENCIÓN EDUCATIVA PARA LA EXPRESIÓN DE LA EXCELENCIA COGNITIVA

Sylvia Sastre-Riba 

Departamento de Ciencias de la Educación

Universidad de La Rioja

Catedrática de Psicología Evolutiva y de la Educación. 

Tlf. 941 299 229. FAX: 941 299 333 E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

INTRODUCCIÓN

La investigación actual aporta resultados que hacen repensar el paradigma tradicional de la Alta Capacidad Intelectual (ACI) y el de su educación dado que ésta debe ocuparse de facilitar su desarrollo óptimo, no solo como productos académicamente brillantes sino para que las personas que la poseen puedan cultivar e identificar sus propios nichos generativos en un entorno que valore diversos tipos de excelencia [1]. El paradigma para la educación en la alta capacidad se define por: el Qué, el Por qué, el Cómo y el A quién va dirigida [2].

La alta capacidad está configurada multidimensionalmente y se explica por diversas variables como factores predictores: habilidad general y/o específica, creatividad, y otras variables moduladoras de éstas que las nutren y posibilitan o no: gestión de los recursos mentales, motivación, esfuerzo, oportunidad y suerte [3], en una intrincada y dinámica covariación entre lo genético y contextual que explican que la cristalización eminente de la alta capacidad en la adultez se consiga o no. 

La investigación, reforzada por los hallazgos de la neurociencia, muestra que solo un 25% de niños y niñas identificados con ACI tienen logros destacados en la edad adulta. Esto contradice posturas todavía influyentes, como la de Terman [4] que la entienden como rasgo estable con un alto porcentaje de eminencia en la adultez. 

Desde esta reconceptualización, la Educación debe ser el medio que garantice la plena expresión de la potencialidad [5] en excelencia, bienestar personal y que permita la capitalización social y ética de la alta dotación. Por lo tanto, hay que redefinirla desde un modelo que combine el desarrollo del talento y la diferenciación del curriculum escolar porque el panorama educativo está todavía lejos de conseguir la equidad y excelencia necesarias para ello; un contexto escolar carente de una teoría educativa diferencial y comprensiva de la ACI se convierte en un entorno con una atención fragmentada y potencialmente ineficaz [6] para la excelencia y su desarrollo. 

 

El paradigma educativo es el del desarrollo del potencial, cuyo primer exponente fue el modelo de Renzulli [7], y gira en torno a tres componentes: las actividades, la involucración del aprendiz, y el progreso, proveyendo al estudiante con ACI de experiencias organizadas con la profundidad e interconexión precisas, continuidad temporal y con evaluación del logro [8, 9].

La base es el enriquecimiento (curricular o extracurricular), que comparta el tratamiento y presentación en profundidad de experiencias de aprendizaje, más allá del curriculum habitual, basadas en los intereses, características y necesidades de los estudiantes dentro de una conjunción de los paradigmas de intervención: el del desarrollo de la alta capacidad (enriquecimiento) y el curriculum diferenciado.

1. Diferenciación del curriculum: el Curriculum Integrado

Implica una adaptación del curriculum escolar para responder a las necesidades de los aprendices con ACI, de manera individualizada dentro del aula para que adopte: mayor velocidad de aprendizaje, mayor profundidad y complejidad en los contenidos, creatividad, mayor abstracción [10], y la gestión ejecutiva y metacognitiva.

Reclama la experiencia conjunta de distintos profesionales de la educación, desde la figura central del maestro, hasta expertos en contenido para estructurar oportunidades avanzadas, cómo organizarlas apropiadamente a lo largo del tiempo y cómo asegurarse de que no se obvian contenidos importantes, garantizando la evaluación que marca el éxito y ajuste en su desarrollo.

Puede llevarse a cabo en: 1) grupo, mediante la modificación del curriculum según las necesidades de la clase o del grupo; 2) individual, en función de las necesidades particulares del  estudiante dentro o fuera del aula.

Una forma de implementar la diferenciación del curriculum es el modelo del Curriculum Integrado [11] que se ejemplifica, y que representa uno de los modelos curriculares para estudiantes con ACI desarrollado con éxito y eficacia demostrando importantes ganancias en la adquisición de contenidos, altos niveles de pensamiento y conceptos [10].

CONCLUSIÓN

Es preciso repensar la naturaleza de la ACI más allá de paradigmas tradicionales para la mejora de la expresión de su potencialidad y bienestar.

El documento se confluye con otras aportaciones [3], y la necesidad de obtener programas educativos bien articulados con la teoría científica explicativa del desarrollo de la ACI, la rigurosa investigación y la práctica efectiva que permitan el desarrollo óptimo.

El objetivo es la identficación fiable de trayectorias hacia la excelencia y eminencia, y el desarrollo de métodos más efectivos de educación como el del Curriculum integrado [11] que recoge medidas de enriquecimiento, diferenciación y compactación del curriculum tradicional. Todo ello, acompañado de una mejora en la formación de profesionales de la educación y de la salud para conseguir ese modelo de excelencia como sabiduría y bienestar personal en la ACI.

Esta investigación ha sido financiada mediante Convenio con la Consejería de Educación, Cultura y Turismo del Gobierno de La Rioja. 

BIBLIOGRAFÍA

1.Dai, DY. Excellence at the Cost of Social Justice?. Negotiating and Balancing Priorities in Gifted Education. Roeper Rev, 2013; 35: 93-101.

2.Dai, YD y Chen, F. Three Paradigms of Gifted Education: In Search of Conceptual Clarity in Research and Practice. Gift Ch Q 2013; 57(3): 151-168.

3.Subotnik RF, Olszewski-Kubilius P y Worrell, FC. Rethinking Giftedness an Gifted Education: A Proposed Direction Forward Based on Psychological Science. Psyc Sci 2011; 12(1): 3-54.

4.Terman LM. Genetic studies of Genius. New York: Stanford University Press; 1921.

5.Borland, JH. Rethinkinking Gifted Education. New York, NY:  Teachers College Press, 2003.

6.Renzulli JS. Reexamining the role of gifted education and talent development for the 21st century: a four-part theoretical approach. Gift Ch Q 2012; 56, 150-159.

7.Renzulli, JS. The enrichment triad model: A guide for developing defensible programs for the gifted and talented. Mansfield Center, CT: Creative Learning Press, 1977.

8.McCoach, DB; Rambo, KE; y Welsh, M. Assessing the Groth of Gifted Students. Gift Ch Qu 2013; 57(1): 56-67.

9. Sastre-Riba S, Fonseca E, Santar.n M. El cuestionario de satisfacción del alumnado (CSA). Psicoth [in press].

10.VanTassel-Baska, J, y Brown, E. Towards best practice: An analysis of the efficacy of curriculum models in gifted education. Gift Ch Qu, 2007; 51: 342–358.

11.VanTassel-Baska, J. Curricuum for the Gifted. A commitment to Excellence. Gift Ch Today 2013; 36: 213-214.

 

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