Los beneficios del sueño son evidentes y la falta de un sueño adecuado puede ocasionar efectos negativos como problemas en la Función Ejecutiva, emocionales, conductuales y cognitivos. Los problemas del sueño acompañan a los trastornos del neurodesarrollo de forma muy frecuente.
Para valorar el sueño hay que tener en cuenta el ritmo circadiano o ritmo vigilia-sueño, regulado por el núcleo Supraquiasmático (NSQ).
Este núcleo situado en la zona anterior del hipotálamo, se divide en dos partes. Una parte con "eferencias" nerviosas que salen hacia la glándula Pineal. Desde el núcleo Supraquiasmático (NSQ) se proyecta hacia el núcleo paraventricular del hipotálamo (PVN), que activará neuronas del ganglio cervical superior (GCS) cuyas fibras postganglionares conducirán hacia la glándula Pineal. Y otra parte que recibe prolongaciones nerviosas "aferentes" como la del Tracto Retinohipotalámico (TRH), que procede de las retinas de ambos ojos, manteniendo al núcleo supraquiasmático (NSQ) sincronizado con la Luz.
La Glándula Pineal está inervada por fibras simpáticas, noradrenérgicas, procedentes del ganglio cervical superior (GCS), que conducen estímulos originados por la luz en el núcleo Supraquiasmático (NSQ). Esta última vía es la que ofrece el mayor mecanismo de regulación del ciclo de la melatonina.
La melatonina es liberada al líquido cefalorraquideo (LCR), por la noche con niveles muy altos, mientras que por el día se libera en niveles muy bajos, siguiendo un ritmo circadiano de vigilia-sueño. La liberación nocturna de noradrenalina dentro de la glándula Pineal estimula la síntesis de melatonina, a través de la activación de N-acetil transferasa (NAT), (la NAT es un enzima limitante en la formación de melatonina).
Por el contrario, cuando hay luz ambiental, el ácido gamma-aminobutírico (GABA) liberado en el núcleo paraventricular del hipotálamo (PVN), desde el núcleo Supraquiasmático (NSQ), favorece la inhibición de la síntesis de melatonina inducida por la luz.
Así pues, el núcleo Supraquiasmático controla la síntesis de melatonina durante el día mediante una inhibición gabaérgica sobre la vía núcleo paraventricular - glándula pineal. Los receptores para la melatonina se encuentran en el sistema nervioso central (SNC) y en el tejido periférico. En el núcleo Supraquiasmático hay también receptores de melatonina, que ejercen una retroalimentación complementaria en la regulación del ciclo de la melatonina. De esta forma la inhibición de la secreción de melatonina por la exposición a la luz permite la adecuada transmisión en la vía Retinohipotalámica.
La luz es un factor muy influyente en el ritmo circadiano del sueño. La creciente invasión de la luz artificial y de las pantallas luminiscentes en la noche ha provocado poco a poco alteraciones en la consecución de un sueño normal y reparador.
La sensibilidad a la luz es diferente en los distintos individuos en la población. En los trastornos del neurodesarrollo como en el autismo, la prevalencia de trastornos asociados del sueño rondan el 50% de casos, y parece tener relación con una menor síntesis de melatonina. Ello podría tener que ver con una mayor alteración conductual en estos casos y explicaría en parte también la mejoría observada al utilizar fármacos como sucedáneos de la melatonina y fármacos noradrenérgicos como la Guanfacina.
EQUIPO INVANEP