La Organización Mundial de la Salud (OMS) define salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia.
La salud mental es una parte integral de esta definición. La OMS describe la salud mental como un estado de bienestar en el cual el individuo se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a la comunidad.
Una buena salud emocional es un estado de bienestar que permite a las personas ser consciente de sus auto capacidades, de gestionar los problemas habituales de la vida y llevar a cabo labores gratificantes, edificantes y provechosas.
El día de 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud resaltando la importancia de la salud física y emocional.
Los datos sobre salud mental de niños y adolescentes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que el 50% de los trastornos mentales empieza a los 14 años o antes.
Los trastornos mentales representan el 16 % de la carga mundial de enfermedades y lesiones en las personas de edades comprendidas entre los 10 y 19 años.
En los últimos 15 años los investigadores han planteado estadísticas cada vez más alarmantes sobre el aumento agudo y constantes de las enfermedades mentales o neuropsiquiátricas que están alcanzado proporciones epidémicas.
Algunos autores plantean que:
- 1 de cada 5 niños tiene problemas de salud mental
- Se ha notado un aumento del 43% del TDAH, 37% de la depresión en adolescentes, y aumento de la tasa de suicidios en niños de 10 a 14 años.
¿Cuáles pudieran ser las causas de esta situación?
Los niños de hoy están siendo sobre-estimulados y sobre-regalados de objetos materiales.
Pero están privados de los fundamentos de una infancia sana. Estos niños carecen de:
- Padres emocionalmente disponibles
- Limites claramente establecidos
- Responsabilidades
- Nutrición equilibrada y un sueño adecuado
- Movimiento en general pero especialmente al aire libre
- Juegos creativos, interacción social, oportunidad de juego no estructurados y espacios para el aburrimiento.
En cambio, en los últimos años se ha llenados a los niños de:
- Padres distraídos digitalmente
- Padres indulgentes y permisivos que dejan que los niños “gobiernen el mundo” y sean quienes pongas las reglas.
- Un sentido de derecho, de merecerlo todo sin ganárselo o ser responsable de obtenerlo.
- Sueño inadecuado y nutrición desequilibrada.
- Un estilo de vida sedentario
- Estimulación sin fin, niñeras tecnológicas y gratificación instantánea
Si queremos niños y adolescentes saludables y felices, tenemos que despertar y volver a lo básico.
Todavía es posible. Muchas familias ven mejoras inmediatas luego de semanas de implementar las siguientes recomendaciones:
- Establecer límites, recordar que los padres son los capitanes del barco y que son los que llevan el control. Esto provocará seguridad en el niño.
- Ofrecer un estilo de vida equilibrado lleno de lo que necesitan, no de lo que quieren, sin temor a decir que “NO”.
- Proporcionar alimentos nutritivos y limitar la comida chatarra
- Pasar tiempo en actividades al aire libre, por lo menos una hora al día, haciendo actividades como: ciclismo, caminata, pesca, u otra actividad que implique admirar la naturaleza.
- Disfrutar de la cena familiar diaria, sin teléfonos o pantallas inteligentes
- Realizar juegos de mesa en familia.
- Involucrar a los niños en tareas o quehacer del hogar de acuerdo a su edad: doblar la ropa, desembalar los víveres, poner la mesa, dar de comer al perro.
- Implementar una rutina de sueño consistente para asegurar que su hijo duerma lo suficiente. Los horarios serán aún más importantes para los niños de edad escolar.
- Enseñar responsabilidad, independencia y autonomía
- No sobreproteger en la frustración, o en toda equivocación, esto lo ayudará a desarrollar resiliencia y aprender a superar los desafíos de la vida.
- No cargar la mochila de los niños, no llevar al colegio la tarea que olvidaron, no le pelarle el plátano o naranjas, desde los4-5 años de edad lo pueden hacer solos. En vez de darle el pez enseñarle a pescar
- Enseñar a esperar y a retrasar la gratificación
- Aplicar técnicas de relajación, respiración, mediante la respiración apropiada, meditación, atención plena, mindfulness, métodos que han demostrado regular emociones, aportar calma y aumentar la capacidad de aprendizaje
Recomendaciones:
- Proporcione oportunidades para el “aburrimiento” ya que en este momento se puede despertar la creatividad. Ayúdeles a crear un frasco de aburrimiento con ideas de actividades innovadoras.
- Liberarse de la responsabilidad o presión de mantener siempre a los niños entretenidos.
- Evitar el uso de la tecnología durante las comidas, restaurantes, centros comerciales. Utilizar estos momentos como oportunidad para socializar
- Mantener disponibilidad emocional para conectarse con los niños y enseñarles auto regulación y habilidades sociales.
- Apagar los teléfonos por la noche, cuando los niños tengan que ir a la cama para evitar la distracción digital.
- Enseñar a reconocer y a gestionar sus propias frustraciones e ira
- Enseñarles a saludar, a tomar turnos, a compartir, a decir gracias y por favor, a reaccionar al error y disculparse (sin obligar), y ser modelo y dar testimonio de esos valores que inculca.
- Conectarse emocionalmente, sonreír, abrazar, besar, realizar cosquillas, leer, bailar, saltar, jugar entre los integrantes de la familia
- Convertirse en un regulador o entrenador emocional de los hijos.
La salud física y la emocional forman un binomio indivisible, de manera que para tener una buena salud general es necesario cuidar la salud física y las emociones desde la infancia y adolescencia, encaminadas a ser personas adultas cercanas al equilibrio , saludables de manera integral para que aporten lo mejor de si a su familia y a la sociedad.
El equipo del INVANEP